Hace algunos días, fui a ver un local para reuniones pues he recibido en mi corazón, que debo hacer una convocatoria nacional el 11 de septiembre, en la ciudad de San Pedro Sula. El objetivo de esta es que los hijos del Reino recibamos dirección acerca de las estrategias divinas para que nuestra nación sea la tierra segura y llena de paz que Dios ha determinado que sea.
Ya tenía el sentir de cual debería de ser el local, había enviado a mi asistente a reservarlo, pero fui a verlo para ultimar algunos detalles. Para mi sorpresa, estaban cambiando el piso del escenario, para dejarlo más bonito; no sólo eso, sino que la administradora me sorprendió al comentarme que van a pintarlo todo. Esto me motivó más todavía... quedé viendo hacia arriba, hacia abajo, a los lados y demás; y en voz baja susurré al oído de la persona que me acompañó: “lástima que el cielo falso está tan maltratado”.
Hace dos días fue la persona encargada de la decoración del salón, para la convocatoria, ella me llamó desde el local para comentarme: “están cambiando todo el cielo falso”.
Yo no sé mi querido lector si usted comprende lo que esto significa; estoy completamente segura y convencida que Dios movió Su mano, para que todos estos arreglos se hagan, de manera que esa convocatoria que vino del mismo cielo, se realice en el mejor y más bonito ambiente.
Si usted comprende que donde Dios se mete, todo es transformado, para usted Hay Una Esperanza. Por eso yo le invito este día, para que permita que Dios se le meta por dentro, hasta lo profundo del corazón; Él se encargará de transformarlo todo de adentro para afuera.