Queridos amigos, que bueno escribirles otra vez y entablar contacto con ustedes mis asiduos lectores de Hay Una Esperanza, cada lunes en Diario Tiempo.
Durante esta última semana mi esposo y yo hemos estado llevando a mi madre a realizarse exámenes médicos y nos ha tocado estar yendo del hospital al consultorio, al laboratorio y demás.
Esto, además de ser cansado, es muy confrontativo.
Cada situación en la vida nos debe provocar meditar, examinar nuestra condición interior, lo cual nos lleva siempre al mismo punto: agradecer a Dios por la vida, la salud, la fuerza, la energía. En verdad somos muy ricos al tenerlo a Él como Padre.
Una de las cosas más importantes para mantener tu salud y calidad de vida es que seas totalmente agradecido con Dios por todo lo que eres y tienes. Tu actitud ante la vida determinará que seas feliz y la disfrutes.
Yo quiero recomendarte que le pidas al Señor que te ayude a tener una perspectiva amplia, un corazón alegre, una gran disposición para aceptar y tolerar a los demás con sus defectos o limitaciones.
Ser agradecido demuestra satisfacción interior, te aleja de la inconfomidad y te evita la frustración.
Amigo mío, si tu actitud en este tiempo es de gratitud y contentamiento, de verdad te digo que para ti Hay Una Esperanza.
Si has estado luchando contigo mismo porque todo te parece mal, te desanimas con facilidad, ves muchos obstáculos y has llegado a la desesperación, pues para ti también Hay Una Esperanza, es sencillo: Cristo en ti, es tu esperanza. Si tú entregas voluntariamente tu corazón al Señor Jesús, Él llenará tu vida, tendrás una razón poderosa para tener contentamiento y gratitud, ser la habitación de Dios mismo, eso es grandioso.