TEMAS DE OPINIÓN

Cosas Sencillas

Octubre 20, 2008


Esta mañana me ocurrió algo interesante, al menos para mi; quizás otra persona lo hubiera tomado como algo sin importancia. Me dispuse para hacer el desayuno, se me ocurrió hacer “omelette”, lo cual no cocinaba desde muchos días atrás. Me preparé con todo, pero cuando estaba lista para picar la cebolla y el chile verde, me encontré con que no tenía chile en la refrigeradora; busqué en una y otra gaveta, pero fue en vano, como ya tenía el resto de los ingredientes listos, pensé que podía pedir un chile prestado en la cafetería del Ministerio. Llamé por teléfono a la cafetería y al otro lado me contestó una voz varonil con mucho garbo: “Muy buenos días, que el Señor le bendiga, gracias por llamar a Gosén”. Me sentí muy ministrada temprano de la mañana; le solicité el favor al joven, quien buscó el chile e inmediatamente me lo llevó hasta mi casa, la cual se encuentra en el mismo predio del Ministerio. Tomé el chile, corté el pedazo que necesitaba picar, y el resto lo guardé en la verdulera del refrigerador. Cual fue mi sorpresa que al solo abrir la verdulera, me encontré con que había un chile partido a la mitad, el cual nunca vi a pesar de haber buscado exhaustivamente. Me quedé meditando por un rato y me di cuenta inmediatamente que el Señor permitió que no viera ese chile antes, para aprovechar la oportunidad de ministrarme a través del saludo de aquel joven. En estas cositas tan sencillas puedo apreciar el amor de Dios para conmigo; mi querido lector si usted cree que Dios es así de lindo y sencillo, entonces para usted Hay Una Esperanza; esa esperanza comienza con Cristo en su corazón, por eso le invito hoy a que lo abra de par en par y le pida al Señor que entre y tome Su lugar.

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