TEMAS DE OPINIÓN

Nuestros Deseos

Febrero 23, 2009


Mis queridos lectores, quiero comentarles acerca de una experiencia muy bonita que tuve el día de ayer, estoy segura que les va a edificar. Resulta que hace unos tres meses, falleció en los Estados Unidos, la madre de un buen amigo y hermano Cristo, a quien conozco desde hace unos 23 años. Tanto él como su hija, su yerno y sus dos nietas viven en la misma ciudad americana; él vivía con su madre en su casa de habitación. Cuando ella falleció, me lo informaron por correo electrónico, pero yo me encontraba de viaje y pensé: “Como me gustaría escribirle un correo a mi hermano en Cristo, pero él ya no usa este medio; y no puedo llamarle en este momento”. El tiempo seguía pasando y por una u otra razón me olvidaba de llamar, o no encontraba su número de teléfono, o lo iba postergando. Finalmente, ayer por la tarde, estaba sola en casa, comencé a revisar unos archivos, encontré el número de teléfono celular de este amigo y sentí el fuerte impulso de llamarlo en ese momento; y así lo hice. Él contestó al otro lado, y lo primero que hice fue pedirle perdón por no haberlo llamado antes; él, un poco triste me dijo: “No, usted llamó en el momento de Dios, yo estaba necesitando esta llamada en este instante”. Lo más interesante es que luego me dijo: “¿sabe qué? Cuando recién murió mi madre, yo estaba dormido y de pronto soñé que usted me mandaba una carta, la tuve en mis manos, quise leerla, veía los garabatos… pero yo recibí el mensaje”. Mis amigos, aunque ustedes no lo crean, esta es una maravillosa obra del Espíritu Santo, cuando nuestros deseos son de acuerdo al corazón de Dios, Él se encarga de hacer llegar el mensaje o la ministración, por medios espirituales, que no podemos entender. Esto es un misterio, no tiene explicación, pero si tú lo crees, para ti Hay Una Esperanza.

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