Este fin de semana estuvimos en la preciosa Isla de Amapala (ciudad de los amates) cumpliendo una misión del Señor.
Es increible como un lugar puede pasar de la opulencia a la decadencia y luego a la verdadera prosperidad.
Esta Isla, antes conocida como “La Isla del Tigre”, pero ahora como “La Isla del León de Judá”, fue en otro tiempo uno de los puertos más importantes del Pacífico, donde llegaban barcos mercantes de alto calado; donde ingresaban productos y personas procedentes de Europa, particularmente de Alemania.
Una vez que se canceló ese puerto y se comenzó a usar el de San Lorenzo, la Isla empezó a decaer, las fuentes de trabajo comenzaron a menguar y la gente decidió emigrar.
Hoy día, Jesucristo el Rey de gloria y la Vida misma, está entrando poderosamente a la Isla, y las circunstancias están siendo transformadas por la Palabra creativa, declarada por boca de los hijos de Dios.
Si tú crees que tu ciudad o tu aldea puede ser transformada por el poder de Dios y la declaracón de la Palabra de bendición, para tí Hay Una Esperanza. Comienza hoy a declarar todo lo bueno, porque toda buena dádiva y todo don perfecto provienen de nuestro Padre Dios y Sus pensamientos para ti y tu ciudad son de bien y no de mal.
