Octubre 7, 2019
Nuestra mente fue creada por Dios con el propósito de pensar, razonar, desarrollar funciones y operaciones matemáticas, elaborar decisiones, enviar órdenes a los miembros de nuestro cuerpo, etc.
Sin embargo, el propósito de Dios siempre fue que la mente del hombre no conociera maldad, ni malicia, que no perdiera su inocencia.
El hombre en su afán de profundizar en el ámbito espiritual, a través de su mente ha comenzado a escudriñar aún campos de lo oculto, lo cual no estaba contemplado en el plan de Dios. La adivinación, la parapsicología, la telepatía, el control mental, la meditación trascendental; están todos contemplados dentro de las áreas que el hombre no debería de explorar; de lo contrario, su mente llegaría a ser presa fácil de la influencia del maligno, el cual usa la mente del hombre como su radio de acción.
Efectivamente hay capacidad y poder en la mente del hombre, pero explotarlo sería exactamente como alimentarse del "Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal", del cual Dios dijo al hombre que no comiera, o comenzaría a experimentar el mal (la maldad).
El diablo se ha dedicado a torturar las mentes de los hombres a través del temor; así, temor a la oscuridad, temor a la soledad, temor a enfermarse, temor a ser robado, a ser agredido, temor a fracasar, temor a sufrir accidentes, temor a la altura, temor al rechazo, temor a morir, etc.
El hombre ha dado cabida en su mente a estos pensamientos y preocupaciones, de manera que el hombre mismo ha creado situaciones y circunstancias a su alrededor, como producto del temor.
Hay una sola manera poderosa y efectiva de terminar con ese temor y eso es "El Perfecto Amor" que echa fuera todo temor, el temor lleva en sí castigo, pero el amor es libertad, es gracia. Jesucristo el Perfecto Amor quiere tener un encuentro personal con usted, abra su corazón y permítale penetrar hasta lo más profundo de su ser.